A través de sus mensajes los civiles piden a Poroshenko que les permita vivir en paz y deje de matar a sus familiares.
"Mi esposo y mis padres se han quedado en Lugansk. Fue duro y aterrador salir de la ciudad. Constantemente se oían disparos, y toda mi familia tuvo que tumbarse en el suelo para mantenerse a salvo. Es imposible explicar el miedo que pasamos. Les estoy muy agradecida a las personas que nos han recibido aquí, nos han dado de todo lo que necesitamos", afirmó la refugiada Viktoria, de Lugansk.
"Le estoy muy, muy agradecida a Rusia. Le doy las gracias por el hecho de que mis hijos y yo estamos aquí. Estoy muy preocupada por las personas que se han quedado en Lugansk, y es muy preocupante ver las noticias y observar lo que está pasando ahí. Se lo ruego, detenga los asesinatos. Deje de matar a civiles, mucha sangre se ha derramado ya", concluyó la mujer.
A través del video, Maxim, un niño, saluda a su padre y a sus abuelos, que aún se encuentran en Lugansk. "Quiero decirle 'hola' a mi papá, que ahora está luchando por nuestro país, y a mis abuelas y abuelos. Nuestro perro, mi papá, mis abuelas y abuelos todavía están en Lugansk. Quiero pedirles que se cuiden. Por favor, no maten a la gente, por favor".
La refugiada Olga instó a las autoridades de Kiev a no tachar de terroristas a personas que en realidad solo quieren la paz. "Vine aquí desde Slaviansk, pero mi marido, mi hermano y otros familiares todavía están allí. Somos personas normales y corrientes, y no lo que nos han estado llamando durante estos meses. Primero se refirieron a nosotros como 'mercenarios', luego nos llamaron 'separatistas' y posteriormente 'terroristas'. Somos gente normal, y nuestros familiares están todavía en Slaviansk. Le pedimos que no mate a nuestros familiares", dijo la mujer dirigiéndose a Poroshenko.
Otra refugiada, Svetlana Garkavenko, confesó que estaba cansada de vivir en una zona de guerra y agregó que la agresión de Kiev provoca el sufrimiento de los niños. "Señor Poroshenko, soy una habitante de Slaviansk. Estamos cansados de vivir en una zona de guerra, donde nuestras casas están siendo constantemente bombardeadas. Hay niños que sufren, tienen miedo y tienen que pasar las noches en los sótanos. Deje la ciudad de Slaviansk en paz, retire las tropas. Queremos volver a nuestras casas, nos gusta nuestra ciudad. Estamos cansados de tener que pasar por todo esto".
Cabe mencionar que en los últimos tres días, alrededor de 20.000 mujeres y niños del sureste de Ucrania han cruzado la frontera hacia Rusia y están en la provincia de Rostov, según las autoridades locales. Además, la misma fuente informó de que en las últimas 24 horas al menos 7.335 ciudadanos ucranianos han entrado en esta provincia rusa.