El jefe del Gobierno ruso, Vladímir Putin, asistió a los ensayos del caza ruso de quinta generación T-50 y aseguró que el nuevo avión será mucho más barato que sus similares fabricados por otros países.
Durante su visita al aeródromo de Zhukovski, en las afueras de Moscú, Putin ha contemplado los ensayos de diferentes modelos de aeronaves. Los ingenieros también le han mostrado el tubo aerodinámico ultrasónico, que permite simular las condiciones de vuelo para aviones y cohetes. Además, Putin ha visitado la sala de ensayos estáticos, en la que se comprueba la resistencia de los aparatos aéreos.
El caza T-50 realizó su decimosexto vuelo de prueba. En su conversación con el piloto del avión, Putin precisó que el precio del caza de quinta generación será 2,5 o 3 veces más barato que sus análogos extranjeros. “Será una aeronave, que superará al caza estadounidense F-22, nuestro principal competidor, por su maniobrabilidad, armamentos y autonomía de vuelo”, dijo el jefe del Gobierno ruso.
Además, Putin recordó que la primera etapa de la construcción de T-50 costó casi 1.000 millones de dólares y señaló que es necesario gastar la misma suma para terminar los trabajos de construcción del caza. Se planea modernizar el motor y el armamento del avión. Según Putin, tras la modernización, el caza tendrá una vida útil de entre 30 y 35 años.
Se ha sabido que el Ministerio de Defensa ruso en un futuro próximo planea comprar al menos 50 cazas de quinta generación. “En la etapa inicial, a partir de 2016, planeamos comprar más de medio centenar de estos aviones”, informó el viceministro de Defensa, Vladímir Popovkin.
Comparado con los cazas de la generación anterior, el T-50 tiene muchas características únicas y conjuga funciones de un avión de ataque y uno de caza. Dispone de un espacioso compartimiento para la carga de combate. Rusia puso en marcha el proyecto de desarrollo del caza de quinta generación en los años 90 y a principios de este año el T-50 realizó su primer vuelo.