Ya veo a mis asesores arrancándose los pelos. No importa. Tendré que hacerlo
Los vehículos que quiere comprar Johnson son de segunda mano y actualmente pertenecen a la Policía alemana. De este modo después de cumplir sus expectativas, el alcalde está dispuesto a recibir el potente chorro de uno de esos vehículos policiales. "Ya veo a mis asesores arrancándose los pelos. No importa. Tendré que hacerlo", sentenció el alcalde.
La polémica sobre el proyecto de Johnson ha corrido como la pólvora. Su proyecto se interpreta como un desafío a la ministra del Interior, Teresa May, que todavía no ha permitido el uso de estos equipamientos represores, que en algunos casos, pueden causar graves heridas. Cada día el Gobierno del Reino Unido limita las libertades civiles a sus ciudadanos, planteando el uso de gas lacrimógeno o balas de goma.
Johnson, conservador, es un político inusual y conocido por exponerse al ridículo ante los londinenses. Durante los Juegos Olímpicos de 2012, un día que quiso deslizarse por una tirolina de Victoria Park y se quedó colgado del cable de una polea ondeando una bandera británica.