Rusia envía dos aviones con ayuda humanitaria adicional a Kirguistán

Rusia envía dos aviones con ayuda humanitaria adicional para los refugiados de Kirguistán. Mientras tanto, los uzbekos (que no huyeron del país centro-asiático) tienen miedo de que se provoque una nueva ola de violencia.

Los ciudadanos de etnia uzbeka en el sur de Kirguistán temen que se produzcan nuevos ataques en sus barrios. Sus casas, marcadas con signos distintivos, podrían provocar casos de violencia por parte de los kirguisos.

Las tensiones entre uzbekos y kirguisos llevan ya muchos años. Las casas de uzbecos en la ciudad kirguisa de Osh, donde se iniciaron el pasado jueves 11 de junio los enfrentamientos étnicos, han sido marcadas con pintura negra, supuestamente para identificarlas. “Había gente que andaba marcando las casa con pintura. Utilizaban estas marcas como señales. Entonces las casas kirguisas quedaban a salvo y las uzbekas eran destruidas”, dice un residente de Osh.

Sólo en ése distrito han sido quemadas unas 200 casas y todas pertenecían a ciudadanos uzbekos. Mientras ambas comunidades continúan culpándose la una a la otra por los disturbios, los observadores internacionales afirman que la violencia no fue tan indiscriminada como dicen ahora las autoridades kirguisas

Por otra parte, la organización de derechos humanos, Amnistía Internacional pide una investigación internacional independiente sobre los disturbios sangrientos en el país, así como los casos de obstrucción de los defensores de los derechos humanos y periodistas en la región.

De acuerdo con Amnistía Internacional, sólo un esfuerzo global de la comunidad internacional puede ayudar a recopilar toda la evidencia de violaciones de los derechos humanos, que ahora están en gran número llegando a la organización. Así, según informa, las fuerzas de seguridad kirguisas confiscaron vídeos y fotografías a los periodistas y residentes locales, evidencia de ataques a los derechos humanos.

A causa de los enfrentamientos interétnicos entre los kirguises y uzbekos en el sur de Kirguistán, llevaron a mas de 100.000 personas desplazarse a Uzbekistán, el 90 por ciento de los refugiados son niños, mujeres y ancianos, según datos de la UNICEF.