Irak: cómo se ha iniciado una nueva guerra y por qué amenaza a toda la región

La nueva ola de violencia en Irak no es algo común sino una amenaza grave para toda la región. El reciente conflicto entre el Gobierno iraquí y los radicales del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) podría llevar a la disolución de Irak.

El inicio del ataque

El EIIL continúa su ataque en Irak desde hace varios meses. A comienzos del mes de junio, el grupo atacó y logró ocupar las ciudades de Mosul, Tikrit y Tal Afar, y en Samarra, y en otros lugares realizó diferentes ataques y atentados terroristas, incluida la toma de rehenes en la Universidad de Al Anbar, en Ramadi, el 7 de junio.

Lo sorprendente en el avance del EIIL es la torpe reacción de las fuerzas militares de Irak. El Ejército iraquí abandonó la ciudad de Mosul casi sin ofrecer resistencia a los asaltantes. Muchos militares fueron capturados y, según información disponible en Internet, ejecutados por los radicales.

La relativa facilidad con la que el EIIL se ha apoderado de ciudades enteras y regiones iraquíes ya ha provocado varias preguntas sobre la competencia del Ejército del país, que había sido entrenado por especialistas militares de EE.UU y que había recibido de este país armamento moderno en grandes cantidades que ahora cae en manos de los radicales. Así, el desarrollo de la situación no satisface a Washington, que retiró sus fuerzas de Irak en 2011 tras una intervención de casi 8 años.  

En Mosul los islamistas saquearon bancos y las bases militares locales, y ahora son uno de los movimientos radicales más ricos y mejor armados del mundo. 

La falta de atención mundial


La crisis iraquí no ha atraído la atención completa de grandes agencias mundiales por una serie de razones.

Primero, la Unión Europea está distraída por el conflicto sobre el pago de la deuda de Ucrania con Rusia por el gas, ya que la disputa tiene muchas posibilidades de provocar una crisis energética en ciertos países de europeos.

Segundo, EE.UU. está muy centrado en la crisis ucraniana y la renaciente guerra fría contra Rusia. También 'el fin' de la campaña militar en Irak en 2011 se promovió como un gran éxito del Gobierno estadounidense, y la brusca explosión de la violencia en este país es una sorpresa desagradable para EE.UU.

Tercero, el comienzo de la Copa del Mundo de fútbol llevó a una cierta disminución de la atención general del público hacia los acontecimientos en Oriente Próximo. 

Sin embargo, la crisis actual en Irak significa un riesgo para la seguridad regional vinculado con el colapso del país y la exportación de la violencia a países tanto vecinos como lejanos.

Las causas de la crisis

La causa de la nueva crisis en Irak reconocida por EE.UU. es la política cuestionable del actual primer ministro, Nuri Al Maliki. Este último, chií, solía represaliar, ejecutar o discriminar a los suníes iraquíes por razones tanto políticas como religiosas.

Con la ausencia de las tropas estadounidenses en el país y la incapacidad del Ejercito nacional para combatir a los radicales, la nueva ola de violencia parecía una cuestión del tiempo.

Sin embargo, también hay opiniones bastante originales: por ejemplo, el ex primer ministro del Reino Unido Tony Blair niega que la intervención 'benevolente' de Occidente tuviera algo que ver con la violencia de hoy en Irak. Según el funcionario británico, los errores del Gobierno iraquí y la guerra en Siria son las dos verdaderas causas de la crisis.

Consecuencias del colapso: tres partes independientes

Los procesos del desmantelamiento del estado de Irak podrían llevar a la aparición de tres regiones de facto independientes: la región suní proclamada por EIIL, la región chií controlada por el Gobierno actual de Irak y la región autónoma kurda. Esto podría tener varias consecuencias para el futuro de Oriente Próximo.

El radicalismo de los yihadistas de EIIL llevará a la conversión de los territorios ocupados en bases para islamistas y diferentes grupos militantes de la región, especialmente de Siria. Las partes chiíes de Irak podrían caer bajo la influencia de Irán, que ya está dispuesto a ayudar al Gobierno iraquí a mantener el orden. Irán se expresa contra una posible intervención de EE.UU., lo que ayudará a Teherán a fortalecer sus posiciones de poder regional y actor importante de la política local. La aparición de un territorio independiente kurdo será un gran paso para el movimiento de los kurdos hacia la creación de un Estado propio.

El pueblo kurdo vive en varios países de la región —Turquía, Siria, Irak e Irán— y la creación de un posible Estado soberano podría desatar procesos independentistas en otras provincias kurdas, lo que presentaría un enorme desafío para todos los actores regionales, especialmente para Turquía, que tiene una larga historia de conflicto con los movimientos kurdos de su territorio. Los kurdos iraquíes ya han acusado el Gobierno de pasividad frente al avance de los yihadistas.  

Un futuro incierto de Irak

Por el momento lo más seguro en la situación en Irak es que se agrava.

El Ejército iraquí contraataca, las tribus organizan en todo el país destacamentos irregulares para protegerse de los radicales y los países vecinos sopesan su postura ante la nueva crisis. Así, Irán supuestamente ya ha enviado unos 2000 militares para ayudar a las fuerzas iraquíes y el Ejército sirio ha liberado la ciudad fronteriza de Kasab, base del EIIL cerca de Turquía. 

EE.UU. contempla ataques aéreos contra los yihadistas y ha enviado un portaaviones al golfo Pérsico, pero intenta evitar el envió de tropas terrestres.

Los radicales del EIIL han llegado a zonas bien alejadas de las áreas de combate. En España la Policía detuvo a ocho activistas del EIIL que intentaban reclutar a yihadistas españoles para enviarlos a Siria e Irak.
 
 
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