"Irak pidió oficialmente ayuda a Washington en virtud del acuerdo de seguridad con Estados Unidos para llevar a cabo ataques aéreos contra los grupos terroristas", declaró Zebari a los periodistas en Jeddah, Arabia Saudita.
"Recibimos una petición del Gobierno iraquí para usar el poder aéreo", confirmó el máximo comandante militar de EE.UU., el general Martin Dempsey.
El anuncio se produjo después de que los insurgentes lanzaran un ataque contra la mayor refinería de petróleo de Irak, ubicada al norte de Bagdad.
La situación en Irak se ha deteriorado dramáticamente desde principios de junio, cuando los militantes del EIIL tomaron las ciudades de Mosul y Tikrit, y anunciaron su intención de desplegar una ofensiva contra Bagdad. Las tropas iraquíes huyeron de estas áreas bajo la fuerte presión de los extremistas, aunque muchos militares han sido capturados o ejecutados por los milicianos.