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Julian Assange: dos años en reclusión y sin perspectivas de aliviar su situación
El 19 de junio de 2012 el fundador del portal de filtraciones WikiLeaks, Julian Assange, se retiró a la Embajada de Ecuador en Londres para evitar la extradición a Suecia y posteriormente, se temía, a EE.UU. Cumple dos años de su reclusión.
La Fiscalía sueca persigue a Julian Assange por un supuesto delito de violación, pero el ciberactivista australiano teme —no sin motivos— que el verdadero objetivo de la acusación sea extraditarle a EE.UU. por haber filtrado cables secretos del Departamento de Estado estadounidense.
El Gobierno de Ecuador comprendió las razones de Assange y le ofreció asilo en su Embajada de Londres "tanto tiempo como fuese necesario". EE.UU. reaccionó con dureza, cancelando sus programas de cooperación con Ecuador.
La actitud de Quito hacia el fundador de WikiLeaks forma parte de un esfuerzo internacional por llamar la atención sobre la seguridad de filtradores como Julian Assange, Edward Snowden, Chelsea Manning y otros.
En vísperas del segundo aniversario de su reclusión en la embajada, decenas de organizaciones internacionales pidieron a la ONU que tomase medidas para acabar con la reclusión de Assange, que ha sido propuesto varias veces para el Premio Nobel de la Paz.
Pero la iniciativa internacional no ha tenido éxito y Assange sigue en la Embajada de Ecuador en Londres, permanentemente vigilada por la Policía británica. El Reino Unido ha abandonado el grupo de trabajo que existía para solucionar el caso.
La abogada y escritora Eva Golinger compartió sus impresiones sobre Assange tras su entrevista en octubre de 2013: "Yo le encontré con ánimo en cuanto a su trabajo, pero obviamente con mucha ansiedad por llegar a una solución a esta situación".
Golinger añadió que "Assange no se arrepiente absolutamente de nada de lo que ha hecho con WikiLeaks", y que para Assange "está muy claro que el sacrifico de su propia libertad valió para hacer esa información pública". Assange "sigue con ánimo en este sentido y comprometido completamente con su trabajo", afirma la abogada y escritora, pero "obviamente tiene ansiedad, tiene desespero, porque está cerrado en un espacio muy pequeño y es difícil vivir de esta manera".
"Él tiene asilo político en Ecuador, y tiene derecho ya a estar en Ecuador para residenciarse", termina Golinger. El mensaje publicado por Assange confirma su disposición a continuar publicando nuevas filtraciones:
Mientras Julian Assange agradece al Gobierno de Ecuador su ayuda, sigue abierta la cuestión de si la hospitalidad de Quito se convertirá para el activista en una reclusión sin fin a la vista a causa de la presión de EE.UU. y sus aliados.
El Gobierno de Ecuador comprendió las razones de Assange y le ofreció asilo en su Embajada de Londres "tanto tiempo como fuese necesario". EE.UU. reaccionó con dureza, cancelando sus programas de cooperación con Ecuador.
La actitud de Quito hacia el fundador de WikiLeaks forma parte de un esfuerzo internacional por llamar la atención sobre la seguridad de filtradores como Julian Assange, Edward Snowden, Chelsea Manning y otros.
En vísperas del segundo aniversario de su reclusión en la embajada, decenas de organizaciones internacionales pidieron a la ONU que tomase medidas para acabar con la reclusión de Assange, que ha sido propuesto varias veces para el Premio Nobel de la Paz.
Pero la iniciativa internacional no ha tenido éxito y Assange sigue en la Embajada de Ecuador en Londres, permanentemente vigilada por la Policía británica. El Reino Unido ha abandonado el grupo de trabajo que existía para solucionar el caso.
La abogada y escritora Eva Golinger compartió sus impresiones sobre Assange tras su entrevista en octubre de 2013: "Yo le encontré con ánimo en cuanto a su trabajo, pero obviamente con mucha ansiedad por llegar a una solución a esta situación".
Golinger añadió que "Assange no se arrepiente absolutamente de nada de lo que ha hecho con WikiLeaks", y que para Assange "está muy claro que el sacrifico de su propia libertad valió para hacer esa información pública". Assange "sigue con ánimo en este sentido y comprometido completamente con su trabajo", afirma la abogada y escritora, pero "obviamente tiene ansiedad, tiene desespero, porque está cerrado en un espacio muy pequeño y es difícil vivir de esta manera".
"Él tiene asilo político en Ecuador, y tiene derecho ya a estar en Ecuador para residenciarse", termina Golinger. El mensaje publicado por Assange confirma su disposición a continuar publicando nuevas filtraciones:
Mientras Julian Assange agradece al Gobierno de Ecuador su ayuda, sigue abierta la cuestión de si la hospitalidad de Quito se convertirá para el activista en una reclusión sin fin a la vista a causa de la presión de EE.UU. y sus aliados.
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