Al mismo tiempo, el presidente ucraniano aseguró que durante la tregua "las actividades armadas se llevarán a cabo solo como respuesta".
Por lo menos 356 personas, entre ellas 257 civiles, han muerto desde el comienzo de la operación de castigo en las regiones orientales ucranianas de Lugansk y Donetsk, de acuerdo con cálculos de la ONU. Entre los muertos se registran 14 menores.
"El análisis inicial, desgraciadamente, muestra que no es una invitación a la paz y al diálogo, sino un ultimátum a las milicias del sureste de Ucrania para que depongan las armas. Por ahora falta el elemento principal: una propuesta para iniciar las negociaciones," dicta el comunicado oficial de la Cancillería rusa.
El embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, ha declarado que es aún prematuro decir que Rusia apoya el plan de paz de Poroshenko, desmintiendo así las declaraciones de su colega ucraniano, Yuri Serguéev, que varias horas antes dijo que Moscú respaldaba el plan de Poroshenko.
Por su parte, los representantes de las autodefensas de la República Popular de Donetsk no se fían de las garantías de seguridad que promete Kiev, ya que ellos no participaron en las negociaciones con el presidente ucraniano.
"Las negociaciones de Poroshenko con la así llamada élite de Donbas se mantuvieron ayer en Kiev con la ausencia de los líderes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. Si ni uno de los nuestros estaba presentes en las negociaciones, ¿de qué garantías de seguridad se puede hablar? ", cita Interfax a los representantes de las autodefensas en Donetsk.
Plan de paz
Poroshenko también presentó su plan de paz para distender las tensiones en el sudeste ucraniano. El documento prevé crear una zona de amortiguación de 10 kilómetros en la frontera entre Ucrania y Rusia, así como la liberación de los edificios ocupados "de una manera ilegal" en las regiones de Lugansk y Donetsk, según informa el servicio de prensa del presidente ucraniano.Entre otras medidas previstas por el plan se encuentran puntos tales como el restablecimiento del funcionamiento de las autoridades locales, y la reanudación de la transmisión de televisión y radio central en las regiones de Donetsk y Lugansk.
Además, el documento supone pasos para descentralizar el poder, la protección de la lengua rusa, cambios en la Constitución, y la celebración de elecciones locales y parlamentarias anticipadas.
También se habla del programa para crear puestos de trabajo en la región y la restauración de la infraestructura industrial y social.