Greenpeace: "¿Qué es lo que fuman en la OTAN?"

El Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, alegó que los servicios de inteligencia rusos financian en secreto la campaña contra el gas de esquisto que llevan a cabo las organizaciones ecologistas en Europa.
Greenpeace, la respetada organización ecologista mundial, tuvo que recurrir a bromas para rechazar las alegaciones del Secretario General de la OTAN de que su campaña contra la extracción del gas de esquisto está supuestamente financiada por los servicios secretos rusos, según Financial Times.

"La idea de que somos títeres de Putin es tan absurda que tenemos que preguntarles qué es lo fuman en la sede de la OTAN", dijo un portavoz de la organización ecologista. Greenpeace se ha enfrentado con anterioridad al Gobierno ruso, que el año pasado arrestó a varios de sus militantes después de que éstos asaltasen una plataforma petrolífera rusa en alta mar en el Ártico.

Anteriormente Fogh Rasmussen dijo: "Nos hemos reunido con nuestros aliados, que pueden informar que Rusia, como parte de sus sofisticadas operaciones de información y desinformación, colabora activamente con las llamadas organizaciones no gubernamentales -organizaciones ambientales que trabajan contra el gas de esquisto- para mantener la dependencia europea del gas ruso importado."

A su vez, la viceministra de Asuntos Exteriores polaca, Katarzyna Kasperczyk, dijo en una entrevista que el principal obstáculo para el gas de esquisto no es tanto el entorno político como las condiciones geológicas, según The Guardian.

El director de programa de Greenpeace ruso, Iván Blókov, también considera absurdas las declaraciones del Secretario General de la OTAN.

"Debido al impacto medioambiental de la extracción del gas de esquisto hay protestas contra este proyecto en casi todos los países del mundo: en Rusia, Ucrania, Francia, EE.UU. ... Decir que estas protestas están financiadas por los servicios de inteligencia es absurdo", dijo.

"Las nefastas consecuencias del 'fracking' [la tecnología utilizada para la extracción del gas de esquisto] para la salud de la población local y el medio ambiente son tan numerosas que prácticamente anulan los beneficios de su uso. Se trata de contaminación del agua y del suelo con 700 tipos de sustancias tóxicas, la contaminación del aire, el aumento de la actividad sísmica…", aclaró el jefe del programa de energía de Greenpeace Rusia, Vladímir Chuprov, citado por RIA Novosti.