"La lista de propuestas no contiene el punto más importante: el diálogo. Esto es una violación radical del plan de Ginebra firmado el 17 de abril", dijo el canciller ruso citado por la agencia Itar Tass. Según Lavrov, "Moscú está preocupada" por la intensificación de la operación militar en la región a pesar de que se había anunciado un plan de paz.
Los países occidentales también deben responsabilizarse de la estabilización de la situación en el este de Ucrania, afirma Lavrov: "Creo que ahora se prestará atención a los patrocinadores de Kiev responsables del golpe de Estado y, posteriormente, de la organización de las elecciones, y ahora esta responsabilidad debe manifestarse en pasos concretos destinados a retornar a las declaraciones del 17 abril en Ginebra y la solución de la crisis con la participación de todas las regiones de Ucrania".
El 20 de junio el presidente de Ucrania anunció un alto el fuego unilateral de los militares ucranianos hasta el 27 de junio y presentó un plan de paz de 15 puntos. Al mismo tiempo, el alto el fuego supone que las autodefensas que no depongan las armas serán neutralizadas.
Además, después del anuncio del alto el fuego se realizaron varios tiroteos entre las autodefensas y los militares ucranianos cerca de algunos puntos fronterizos de Rusia que dejaron, al menos, a dos ciudadanos rusos heridos: un miembro de la Guardia Fronteriza rusa y un habitante local.
El doctor en filosofía y miembro de Izquierda Unida Miguel Manzanera Salavert en su comentario para RT califica el plan de paz de "ambiguo" y cree que es una intención "más diplomática que estratégica".