Para defender la acción, el Ministerio de Defensa de Corea del Sur explicó que los ejercicios fueron parte del entrenamiento militar regular de defensa nacional, informa el periódico 'Japan Times'. Según el Ministerio, la Armada y la Guardia Costera nacionales han organizado ya muchas veces ejercicios conjuntos cerca de las islas.
Sin embargo, un ejercicio con fuego real se considera raro y provocó una respuesta enojada de Japón, que exigió que el Gobierno surcoreano detuviera sus planes. Yoshihide
Suga, el principal portavoz del Gobierno japonés, declaró que la decisión de seguir adelante con los ejercicios fue "extremadamente deplorable".
Corea del Sur, a su vez, reaccionó afirmando que es un ejercicio para reforzar la defensa del país, por lo que "cualquier demanda externa o interferencia no es un tema para su consideración", según Wi Yong-Seop, portavoz del Ministerio de Defensa.
Los islotes rocosos han sido objeto de una disputa territorial entre Corea del Sur y Japón a lo largo de décadas. Incluso se conocen bajo nombres diferentes en estos países: Dokdo y Takashima, respectivamente.