Mientras que el norte de Irak está fuera del control del Gobierno del país, un artículo del periódico 'The Telegraph' afirma que altos funcionarios de la Inteligencia kurda trataron de explicar a sus aliados en la CIA, el MI6 y el Gobierno central iraquí que los miembros del grupo insurgente EIIL podrían representar una gran amenaza para la estabilidad de Irak, sin embargo ninguna de sus advertencias logró provocar acción alguna.
Además, los funcionarios kurdos advirtieron que el EIIL estaba atrayendo a musulmanes nacidos en el extranjero a luchar por su causa. Así, el alto dirigente de la Inteligencia kurda, Rooz Bahjat, afirmó que cerca de 4.000 extranjeros están luchando junto a los radicales del EIIL y 400-450 de ellos son ciudadanos del Reino Unido, que fueron convencidos a unirse a la insurgencia.
Asimismo, la Inteligencia kurda ofreció a sus homólogos occidentales la información de que una alianza formal entre los miembros del EIIL y exmiembros del partido Baaz —que estaba en el poder durante el gobierno de Saddam Hussein— estaba casi finalizada, y que esto daría lugar a un ataque contra la ciudad de Mosul y otras ciudades en el norte de Irak.
"Hemos tenido esta información entonces, y lo pasamos al Gobierno [británico] y al Gobierno de EE.UU.", dijo Bahjat al diario. "Sabíamos exactamente qué estrategia iban a usar, sabíamos de la planificación militar. Todo cayó en oídos sordos", concluyó el oficial.
Al mismo tiempo, según otras opiniones, EE.UU. incluso contribuyó a la crisis actual en Irak al armar a los rebeldes sirios que luchan contra el presidente sirio, Bashar al Assad, ya que de este modo creó un "refugio seguro" para los yihadistas, que cruzan la frontera para luchar contra el Gobierno iraquí.