Los participantes del evento sacrificaron y se comieron a numerosos perros en el marco de la celebración del solsticio de verano. Varias imágenes publicadas en medios estatales de China mostraron a habitantes de la ciudad comiendo carne de perro, así como a los propios animales colgando de ganchos en puestos callejeros.
Advertencia: estas imágenes pueden herir su sensibilidad.
Decenas de periodistas llegaron a la ciudad ubicada en el sureste de la provincia china de Guangxi para documentar el evento que se encuentra en el centro de una batalla entre una tradición profundamente arraigada y los valores del mundo moderno. Los activistas señalan que los perros son parte de la dieta diaria en la zona. Se estima que para celebrar el festival los organizadores matan a alrededor de 10.000 animales de esta especie.
Activistas del movimiento Animals Asia creen que la reacción negativa de la sociedad hacia el consumo de carne de perro en China perjudica a la imagen de Yulin y del país en general.
Las autoridades locales han tratado de distanciarse del festival de Yulin y negaron la existencia formal del mencionado evento, diciendo que se trata sólo de un hábito culinario practicado por algunas personas. Entretanto, según algunos medios, el Gobierno pidió a los restaurantes de la ciudad eliminar todas las referencias a la carne de perro de sus menús, pero no prohibió la venta y el consumo de la misma, que no es ilegal en el país asiático.