Decenas de miles de discípulos de los druidas se reunieron en Stonehenge para recibir al día del solsticio de verano.
Para celebrar la llegada del día del solsticio de verano (el día más largo del año), en el conjunto histórico de Stonehenge (en el sur de Inglaterra) se reúnen en esas horas más de 20 mil discípulos de los druidas. Las personas allí reunidas se preparan para los bailes paganos, canciones, oraciones y jugar al corro en torno a las enormes piedras del monumento megalítico para recibir al alba que, según la hora local, llega a las cinco de la madrugada.
El tiempo de los solsticios de verano e invierno es para el público —en esta ocasión los discípulos de los druidas— la única posibilidad de entrar en el círculo interior formado por las piedras del monumento. El resto del tiempo el paso allí está prohibido.
Stonehenge, según los científicos, es el santuario más antiguo de Europa y fue utilizado durante muchos siglos por diferentes pueblos. Las piedras que pesan muchas toneladas fueron colocadas allí entre los años 3000–1600 a. de C.
Los druidas eran una clase social elevada en la sociedad celta. Con la aparición del cristianismo su religión dejó de existir, sin embargo, en el Siglo XIX resurgió nuevamente en Inglaterra.
Este año el evento se celebra con más medidas de seguridad, puesto que en años anteriores la policía detuvo a decenas de personas por posesión de drogas.