Los hechos tuvieron lugar en el aeropuerto ucraniano de Dniepropetrovsk. Los guardas fronterizos negaron la entrada al corresponsal chileno de RT después de ver en sus documentos un sello de Simferópol, capital de la República de Crimea. El corresponsal tenía planeado viajar a la ciudad ucraniana de Donetsk para informar desde allí acerca del conflicto."Deportado, por ser periodista de un canal ruso" me dice un militar antes de expulsarme de #Ucrania. pic.twitter.com/PwLCLkpsMW
— Mauricio Ampuero (@MauricioAmpuero) June 28, 2014
Ampuero ya viajó a finales del pasado mes de abril a Ucrania, desde donde cubrió las manifestaciones de los opositores a Kiev en Donetsk y Lugansk e informó del inicio de la operación militar del Ejército ucraniano en el sureste del país.
El incidente se produce poco más de una semana después de que el Consejo Nacional de Telecomunicaciones de Ucrania anunciara que consideraba la posibilidad de presentar una demanda judicial para prohibir la emisión de varias cadenas rusas en su territorio, incluyendo a RT.
Desde que estalló el conflicto civil en Ucrania, los medios de comunicación rusos en numerosas ocasiones han denunciado las trabas que las autoridades ucranianas ponen a su trabajo. Se trata tanto de no permitirles la entrada en el país y deportarlos, como de arrestos y numerosas situaciones en las que la vida y la integridad física de los periodistas resultan amenazadas mientras cubren los disturbios.
Entre los casos más llamativos está la detención de los periodistas del canal ruso LifeNews Oleg Sidiakin y Marat Sáichenko y el arresto de varios equipos de la cadena Zvezdá: primero, de Andréi Sushenkov y Antón Malyshev y luego de Yevgueni Davýdov y Nikita Konashénkov.
En numerosas ocasiones, periodistas rusos se han encontrado bajo el fuego de los militares ucranianos, Andréi Krasnoschókov de RT entre ellos. Dos periodistas del canal ruso VGTRK, Ígor Korneliuk y Antón Voloshin, fallecieron el 17 de junio durante un bombardeo cerca de la ciudad de Lugansk.