"Parece que el cambio de postura de Kiev, incluyendo la decisión de no prorrogar el alto el fuego anunciada la noche del 30 de junio al 1 de julio, no estuvo exenta de influencia exterior a pesar de la posición de los principales miembros de la UE", sostiene el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.
En este sentido, la cancillería subraya que todos deben poner fin de inmediato al derramamiento de sangre, garantizar un alto el fuego sostenible e iniciar negociaciones. Moscú ha pedido a Kiev que deje de atacar ciudades y que imponga un alto el fuego real y no fingido.
"Una vez más exhortamos a dejar de utilizar Ucrania como moneda de cambio en los juegos geopolíticos y a no aceptar la imposición de la línea criminal de represión violenta de las protestas", enfatiza el ministerio ruso.
La cancillería rusa subraya que las autoridades ucranianas tendrán que responder por los crímenes cometidos contra los civiles en el este de Ucrania.