Las ceremonias de divorcio ganan popularidad en Japón
A la luz del aumento del número de divorcios en Japón se ha puesto de moda celebrar el final de un matrimonio infeliz con una ceremonia de separación, parecida a la de una boda, ante algunos amigos y familiares.
Las ceremonias de divorcio fueron promovidas hace alrededor de un año por el ex vendedor Hiroki Terai, que creó una 'mansión del divorcio' en un rincón retirado en Tokio.
Por el momento, cerca de 25 parejas han pagado cada una 55.000 yenes (unos 606 dólares) para organizar una ceremonia que públicamente pone fin a su relación antes de pedir oficialmente el divorcio.
Durante la ceremonia el anillo de boda se destroza con una maza que tiene una cabeza de rana. En japonés la rana se llama 'kaeru', palabra que al mismo tiempo significa 'cambiar'. Por eso, esta ceremonia simboliza un cambio a mejor.
La pareja Fujii se reunió el domingo cerca del Templo de Sensoji, en el barrio tradicional de Asakusa, en Tokio y ambos fueron a la 'mansión del divorcio' acompañados por algunos amigos y familiares.
"Poniendo fin a nuestro matrimonio queríamos hacer borrón y cuenta nueva y dar a nuestras vidas una sensación de renovación", dijo el señor Fujii, un empresario de 33 años, a Reuters Television.
Agregó que se siente responsable del fracaso de su matrimonio porque pasaba demasiado tiempo fuera de casa y gastaba demasiado dinero en sus varias aficiones, como los autos, a pesar de las numerosas objeciones por parte de su pareja.
A Terai, que se cree que es el primer 'planificador de divorcios' de Japón, se le ocurrió la idea de ayudar a las parejas a celebrar su decisión de separarse después de que uno de sus amigos pasara por un amargo divorcio.
Anteriormente, el divorcio en Japón se consideraba una deshonra pero ahora la cifra va en aumento. En el año 2008 se registraron unas 251.000 separaciones.