"En la declaración del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados no se decía que 110.000 refugiados ucranianos han huido de Ucrania a Rusia. En el informe se dice que tal cantidad de gente ha cruzado la frontera en algún momento. Puede ser que están visitando a sus abuelas y luego vuelven. Tan solo 9.500 ucranianos han pedido asilo en Rusia", declaró la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Marie Harf, respondiendo a una pregunta sobre la situación humanitaria en Ucrania.
Harf subrayó que, si bien EE.UU. no duda de la reputación de la ONU, no creen en los datos proporcionados, ya que están basados en informes de fuentes independientes, la mayoría de las cuales son rusas.
Las declaraciones del Departamento de Estado sobre los refugiados ucranianos han causado indignación entre miembros de la Cámara Alta de Rusia.
"Ya estamos acostumbrados a que los estadounidenses conviertan todo en un show, incluso la política. Sin embargo, cuando se trata de numerosas víctimas, de decenas y centenares de vidas afectadas, dicha conducta se antoja inaceptable e indignante", declaró a RIA Novosti Lubov Glebova, miembro del Consejo de Federación de Rusia.
Según se desprende de las declaraciones de Harf, Washington solo responsabiliza a las autodefensas de haber creado una situacion en la que civiles se ven obligados a abandonar sus hogares, exculpando a las autoridades ucranianas, que acaban de reanudar su operación de castigo en el este de Ucrania.
Dudar o hacer caso omiso de hechos evidentes parece haberse convertido en una práctica común del Departamento de EE.UU. No en vano, ya consideró en su día prematuro expresar sus condolencias con motivo de la muerte de dos periodistas rusos en el este de Ucrania porque carecía de todos los detalles sobre lo ocurrido.