Dicha sectorial de la ANC, que es la principal entidad independentista de la comunidad autónoma, ha elaborado un documento donde estipula la necesidad de que la Cataluña independiente cuente con vehículos de combate, barcos de asalto anfibio y unidades de infantería ligera, así como con aviones de control y vigilancia aérea. Además, propone contar en sus filas con un servicio militar voluntario y reservistas que estarían disponibles en caso de un conflicto bélico o de una invasión, así como para acciones de sabotaje, emboscadas e incluso para actos de guerrillas.
La sectorial de Defensa cifra en 2.000 personas las necesarias para que funcione la Fuerza Naval catalana, una cifra que —según ellos— podría aumentarse o reducirse según el sistema de reservistas. Pese a la voluntad de crear este Ejército catalán, la sectorial es consciente de que "a corto plazo se puede considerar que la amenaza de una guerra convencional de agresión sería prácticamente nula".
Al parecer, este documento no ha caído bien en la Asamblea Nacional Catalana, que ya ha emitido un comunicado en el que aclara que las opiniones de las diversas asambleas sectoriales o territoriales no expresan la postura oficial de esta plataforma y que su posición se ve reflejada solo en aquellos documentos firmados por la Asamblea General o el Secretariado Nacional.
A principios de abril, la gran mayoría de los diputados españoles votó en contra del proyecto de referéndum sobre la independencia de Cataluña que el Gobierno regional catalán, con un fuerte respaldo popular, quiere llevar a cabo el 9 de noviembre. No obstante, los partidos independentistas catalanes continúan trabajando para hacer realidad la consulta soberanista.