Por décimo año consecutivo el Comité de Descolonización de la ONU, conformado por 29 países, aprobó sin oposición una nueva resolución que reconoce el derecho de Puerto Rico a su libre determinación e independencia, y pide que el caso político boricua regrese ante el pleno de las Naciones Unidas para que sea examinada la situación en todos sus aspectos.
Por medio del embajador de Egipto, Mohammed Fathi Etress, el Movimiento de Países no Alineados, más Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Siria, Irán y Cuba se expresaron a favor de la resolución antes de su aprobación.
Este nuevo texto es similar al aprobado en 2009, y también exhorta a Estados Unidos a asumir su responsabilidad de acelerar un proceso que permita al pueblo de Puerto Rico ejercer su derecho a la libre determinación e independencia.
Asimismo, pide al presidente estadounidense que ponga en libertad a Óscar López Rivera, Carlos Alberto Torres y Avelino González, que cumplen largas condenas en cárceles en este país por causas relacionadas a su lucha por la independencia de la isla.
Insta además al Gobierno de Estados Unidos a que termine de entregar los terrenos ocupados en la isla municipio de Vieques y Ceiba, asuma los costos del proceso de limpieza y descontaminación de las áreas utilizadas en maniobras militares y atienda los derechos fundamentales y humanos como la salud y el desarrollo económico.
Igualmente toma nota de la preocupación en la isla en relación a las acciones violentas, "incluidas la represión e intimidación", contra independentistas puertorriqueños, que contempla las que se han conocido a partir de documentos desclasificados por agencias del Gobierno de Estados Unidos.
La resolución fue aprobada después de un día de audiencia en el que varias organizaciones y ponentes independientes hicieron denuncias al Comité, como la imposición de la pena de muerte en la isla, por encima de lo que establece su Constitución. Además, de la persecución y encarcelamiento de independentistas y de la crisis económica y social que vive la isla, entre otros asuntos, como resultado de su relación con Estados Unidos.
En 2010 se cumple el término dictado por la Asamblea General, que declaró en 2000 el inicio del Segundo Decenio para la Erradicación del Colonialismo. A pesar de eso, Puerto Rico sigue siendo una colonia de Estados Unidos y aun existen 16 territorios no autónomos que esperan sean descolonizados.
En la comunidad internacional, en especial en América Latina, hay un creciente apoyo a la autodeterminación y la independencia de Puerto Rico, un territorio de Estados Unidos desde 1898. Pero algunos consideran que la independencia o adhesión de Puerto Rico a Estados Unidos, debe ser decidida por sus ciudadanos.
Todavía prevalece en algunos la creencia de que la independencia es un sueño bonito, pero económicamente inviable, por lo que esperarían mejor ser parte del territorio estadounidense. Solo que Estados Unidos en más de cien años de colonización no ha dado señales de querer adherir Puerto Rico como el estado 51 de la Unión.
Nuevamente para los puertorriqueños ésta no es una situación que tenga una salida fácil, pero la corriente independentista ahora cuenta con el apoyo de la comunidad internacional y, paradójicamente, con la crisis económica que afecta a Estados Unidos y por defecto a la isla. Esperan que el pueblo entienda que Puerto Rico necesita independencia para poder madurar política y económicamente, de otra forma, nunca podrá ser autónomo y siempre se hará uso de la excusa de la inviabilidad económica.
A la final, son los puertorriqueños quienes tendrán que poner en la balanza dos preguntas: Obligaciones sin derechos en una colonia o derechos y obligaciones con soberanía.