El experto subraya que en principio, cuando Poroshenko anunció el alto el fuego, de inmediato hizo lo necesario para que fuera ineficaz porque le puso un ultimátum al sudeste, "exigiendo que se rindieran o se fueran a Rusia". A todo aquel que decidiera quedarse, los amenazó con que serían objetivo militar o serían enviados a prisión, comenta Ishenko en una entrevista concedida a Vzgliad.
"Para exigir la rendición incondicional se tiene que ganar primero la guerra. La pregunta era simplemente: ¿cuánto durará esta tregua táctica?, porque el hecho de que terminaría sin ningún resultado estaba claro desde el principio", señala el analista. Del mismo modo, era evidente que esta no era una búsqueda del camino hacia la paz, sino "la necesidad de mostrarle a la Unión Europea el lado humano de las autoridades de Kiev", ya que la UE ha sido partidaria de la necesidad de resolver el asunto pacíficamente, agregó.
En segundo lugar, explica Ishenko, las fuerzas de Kiev aprovecharon el cese el fuego para "reagruparse, convocar a las reservas para luego comenzar de nuevo, lo que efectivamente ocurrió".
Ucrania no tiene ningún futuro político porque Ucrania como tal ya no existe
El experto asegura que Ucrania no tiene ningún futuro político "porque Ucrania como tal ya no existe". Hay una guerra civil en la que al menos dos regiones ya están involucradas, y por lo menos otras seis o siete están listas para unirse.
"De hecho Kiev no controla siquiera la propia Kiev. En la víspera tuvieron lugar enfrentamientos con armas de fuego en el barrio del Gobierno, donde dos fracciones de Maidán arreglaban sus diferencias".
En torno a la Presidencia se encontraba un gran número de militantes, cerca de tres batallones, que exigían a Poroshenko interrumpir la tregua. En esta situación, asegura Ishenko, hablar de un Estado simplemente no tiene sentido.