Cuando estalló la guerra civil en Siria, Reino Unido empezó a desarrollar planes para entrenar y formar un ejército de rebeldes locales en el plazo de un año, informa la BBC. Este plazo se consideraba suficiente para formar un Gobierno sirio en exilio enfrentado al de Assad.
Una vez formado el ejército, éste debería haber emprendido una marcha a Damasco bajo "la cobertura de cazas de los aliados del Oeste y del Golfo", según la BBC. El plan debía ser símilar al plan de 'Shock y pavor' que usó EE.UU. en Irak en 2003, pero el papel que entonces jugaron las tropas estadounidenses esta vez recaería en locales.
El plan secreto fue propuesto hace dos años por el entonces jefe de las fuerzas armadas británicas, el oficial de más rango de Reino Unido, el general David Richards. Tras ser considerado por el primer ministro James Cameron y el Consejo de Seguridad Nacional del Reino Unido, así como por oficiales estadounidenses, e incluso por el oficial de más rango de las fuerzas armadas de EE.UU., el general Martin E. Dempsey, se desestimó por demasiado arriesgado.
Sin embargo, ahora EE.UU. ha decidido adoptar un plan similar: La semana pasada el presidente estadounidense Barack Obama pidió al Congreso 500 millones de dólares para entrenar y suministrar armas a los rebeldes sirios.