El analista indica dos factores. Primero, los éxitos del Estado Islámico en Irak que sigue su avance en el país y podría convertirse en una plataforma del radicalismo no solo en la región, sino también a nivel internacional. Segundo, las pandillas criminales en la frontera entre México y EE.UU. ya han logrado crear una considerable infraestructura de tráfico de personas.
Tienen capacidades de infiltración muy altas"Uno de los posibles socios del Estado Islámico -antiguo EIIL- es la pandilla MS-13 que ya está presente en más de 1.000 ciudades de EE.UU. y, como consecuencia, tiene capacidades de infiltración muy altas", nota el autor.
También indica que desde los inicios de la denominada 'guerra contra el terrorismo' los miembros de Al Qaida entraban en EE.UU. con la ayuda de MS-13, que cobraban desde 30.000 hasta 50.000 dólares por cada agente encubierto.
"En aquel período se registró un influjo de inmigrantes de otro origen distinto al mexicano, como Yemen o Egipto", cita WND una fuente anónima en la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos.
Los autores advierten que esta situación podría repetirse en caso de desarrollarse la crisis en Irak y la falta de esfuerzos para controlar las fronteras de EE.UU.