El ex campeón mundial de ajedrez, el ruso Anatoly Karpov, jugó una partida de ajedrez con el presidente de Bolivia, Evo Morales.
El encuentro entre el famoso ajedrecista y el primer mandatario indígena boliviano se produjo en el Palacio presidencial de La Paz, donde Karpov fue recibido con honores y ofreció incorporar a Bolivia en su programa mundial de escuelas de ajedrez.
"Creo que ningún campeón del mundo (de ajedrez) ha llegado a tanta altura", bromeó el ruso refiriéndose tanto a la capital política boliviana, situada a 3,600 metros sobre el nivel del mar, como al alto cargo de su anfitrión.
La partida fue transmitida en vivo por la televisión estatal y concluyó cuando Karpov, en clara ventaja tras apenas cuatro jugadas, ofreció tablas como cortesía a Morales, a quien sorprendió luego con una rápida demostración sobre los posibles desarrollos del juego.
El presidente boliviano señaló que cuando aprendió en forma autodidacta a jugar ajedrez en su natal población de Orinoca, en el departamento de Oruro, enfrentarse a un campeón mundial era algo que ni siquiera había imaginado.
Karpov, ex campeón mundial de ajedrez y actual candidato a la presidencia de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), realiza una gira por Sudamérica. Está en campaña porque busca la presidencia del organismo internacional.
Además, Karpov presentó a Morales un plan de trabajo para propagar la práctica de ajedrez en las escuelas y colegios de Bolivia, así como lo hace en otras naciones. Indicó que desde hace 20 años está involucrado en el ajedrez mundial y en la actualidad apoya la universalización de su práctica con escuelas gratuitas que funcionan en 26 países.
A su vez Morales dijo que la presencia de Karpov en Bolivia "anima e incentiva a todas las personas, niños, jóvenes y adultos que practican el ajedrez".