El último escándalo estalló la semana pasada, cuando la oficina del fiscal federal de Alemania, con sede en la ciudad de Karlsruhe, informó de la detención de un hombre de 31 años bajo sospecha de ser un espía. Primero los medios alemanes informaron de que el agente doble, empleado del Servicio Federal de Inteligencia de Alemania, había trabajado para Rusia, pero luego se confirmó que había trabajado para EE.UU.
Los alemanes están especulando con cómo castigar a Washington
El sospechoso admitió que había enviado a su contacto estadounidense los detalles de la investigación de la comisión parlamentaria alemana sobre el presunto espionaje realizado por EE.UU. en el país europeo divulgado por Edward Snowden.
"Los alemanes están especulando con cómo castigar a Washington: ¿Expulsar a los agentes de EE.UU.? ¿Dejar entrar a Snowden? ¿Activar una unidad de contraespionaje?", escribe el diario alemán 'Der Spiegel'.