Según la agencia RIA Novosti, que cita un comunicado de la compañía nacional serbia Srbijagas, el costo del proyecto de construcción de esa parte del gasoducto se estima en 2.100 millones de euros. Se prevé que entre en funcionamiento en el año 2016.
En junio, tras la orden del primer ministro de Bulgaria, Plamen Oresharski, de suspender las obras de construcción del gasoducto, surgieron dudas acerca de la continuidad de Serbia en el proyecto. Sin embargo, más tarde tanto Sofía como Belgrado negaron que rechazaran el South Stream.
La mayor parte de los países participantes en el proyecto han confirmado su compromiso de construir el gasoducto. Incluso Oresharski dijo que se trata de un proyecto prioritario para su país.
Este martes, el ministro de Exteriores de Eslovenia, Karl Erjavec, dijo que Liubliana quiere que el South Stream pase por el territorio esloveno.
Este miércoles Rusia e Italia dijeron que continuarán colaborando para construir el gasoducto South Stream y que están dispuestos "a resolver todos los problemas, incluidos los que surgieron en el dialogo con la Comisión Europea", según el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.