Un reportero de AP fue testigo del robo en grupo protagonizado por decenas de jóvenes, que arrebataron bolsas de playa, teléfonos móviles y joyas de las personas que se habían congregado ante la pantalla gigante para presenciar el encuentro.
Los hechos ocurrieron después del quinto gol de Alemania, cuando debido a la presencia de ladrones centenares de personas empezaron a correr desde la playa hacia las calles adyacentes en una estampida que generó mucha tensión y pánico entre los espectadores que seguían el partido.
Los delincuentes dispararon al aire y robaron joyas y bolsos de los espectadores de la transmisión. En un primer momento el pánico se adueñó de la multitud de aficionados, pero posteriormente intervino la Policía.
Decenas de miles de seguidores brasileños habían llenado el FanFest de Copacabana para seguir a su selección a pesar de que poco antes de empezar el partido un fuerte aguacero provocó que muchos abandonaran el recinto y la playa.
Anteriormente, los robos masivos habían sido muy comunes en Río de Janeiro. Sin embargo, en los últimos años el número de este tipo de crímenes disminuyó gracias al fortalecimiento de la economía y, en parte, debido a la pacificación de las favelas de la ciudad.