El jefe de la administración de la presidencia rusa, Serguéi Ivanov, hizo esta sensacional declaración durante su visita de tres días a China, que empezó este miércoles. Esta es la primera vez que Rusia se plantea la posibilidad de vender su sistema antiaéreo más moderno a un país extranjero, informa Itar-Tass.
Sin embargo, Rusia y China no tienen planes de establecer una alianza militar, puesto que este tipo de bloques han demostrado su ineficacia, manifestó el funcionario ruso.
"Hay muchas posibilidades de que China sea el primer comprador extranjero [de los S-400]", dijo Ivanov a los periodistas tras recordar que el Ejército ruso ya está recibiendo las primeras baterías de los sistemas S-400, cuyas características son superiores a las de sus análogos estadounidenses, los Patriot P-3.
Hablando sobre la cooperación técnico-militar entre Rusia y China, Ivanov hizo referencia no solo a los contratos actuales, sino también a los futuros. "Hay contratos a largo plazo para el suministro de sistemas de defensa antiaérea S-400. Sin embargo, su ejecución llevará varios años, fabricar este material bélico en seis meses es absolutamente imposible", dijo.
En este contexto cabe recordar que actualmente Rusia avanza en el desarrollo de un nuevo sistema antimisiles, el S-500, cuyas impresionantes características permiten interceptar misiles hipersónicos y satélites y misiles balísticos en la órbita baja del espacio.