Con sus armas de última tecnología el Ejército bombardea no solo centros de lanzamiento de misiles y túneles subterráneos no autorizados, sino que la mayoría de sus ataques apuntan a viviendas, causa de que gran parte de las víctimas no sean combatientes extremistas, sino civiles.
"La gente estaba dentro de sus casas cuando empezaron a bombardear", testimonia una mujer palestina. "Dios los vengará y castigará a sus asesinos".
Gritos de desesperación y carreras en busca de refugio: son escenas que se repiten en la Franja de Gaza muchas veces al día.
A los ataques contra las casas de los comandantes de Hamás se refirió en una alocución pública el presidente palestino, Mahmud Abbás. "De las víctimas la más pequeña era un niño de 6 años y la mayor tenía 70 años. Los asesinaron con ataques aéreos", declaró Abbás.
"¿Cómo se llama este crimen que mata a una familia entera? ¿Esto no es un castigo colectivo? Esto se llama genocidio", concluyó el presidente. "No es una guerra contra una facción u otra, o en contra Hamás, sino contra todo el pueblo palestino", agregó Abbás.