Foto: Japón desvela su caza de quinta generación

El 12 de julio la cadena japonesa TBS mostró un reportaje sobre la presentación del prototipo demostrador del primer caza de quinta generación de producción nacional, temporalmente bautizado como F-3.
La presentación fue organizada por representantes del Instituto Técnico de Investigación y Desarrollo adjunto al Ministerio de Defensa japonés, informa el blog del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías ruso.

La aeronave ha sido construida en la planta de la corporación Mitsubishi Heavy Industries en Tobisima. Las primeras pruebas de vuelo están programadas para finales de 2014.

El demostrador aéreo avanzado (ATD-X) representa un modelo conceptual del futuro avión de combate de quinta generación, así como un 'banco de pruebas volador' de tecnologías para cazas de combate del futuro. En función de los resultados de las pruebas, así como de la situación política y financiera, el Gobierno japonés decidirá si desarrolla completamente el cazabombardero de quinta generación bautizado como F-3, que se espera que entre en servicio no antes de 2027.

El F-3 actual es una aeronave monoplaza relativamente pequeña, con un peso de despegue de unas 13 toneladas. Tiene una longitud de 14 metros y una envergadura de 9 metros. Su planta de propulsión usa dos motores XF5-1 diseñados por la corporación IHI con un empuje máximo de 5.000 kilos cada uno y dotados de empuje vectorial.

Mitsubishi comenzó el desarrollo del ATD-X en 2007, cuando se hizo evidente que los Estados Unidos no estaban dispuestos a vender a Japón el entonces caza de superioridad aérea estadounidense más avanzado, el furtivo F-22 Raptor.  


Se estima que en el ATD-X se empleen controles ópticos, similares al 'fly-by-wire' (un sistema que sustituye los controles de vuelo manuales por una interfaz electrónica), pero que transfieren datos de manera rápida y masiva gracias a cables de fibra óptica. Además la fibra óptica no se ve afectada por los campos electromagnéticos, lo que proporciona a la aeronave más resistencia ante los ataques por medios de lucha radioelectrónica.