El censo nacional en Papúa, la provincia más oriental de Indonesia, trajo consigo dos exóticas sorpresas: una nueva tribu y la mujer más anciana del mundo.
En la isla de Sumatra descubrieron a una mujer de 145 años de edad. Katemi, la presunta 'anciana récord', reside en la aldea de Bukit Batrem en la región de Riau. Su edad fue confirmada a base de los testimonios de sus hijos, nietos, bisnietos, tataranietos y vecinos.
Ama, la hermana menor de Katemi de 98 años, precisó que ésta era la segunda de los tres hijos de la familia y nació en 1865 en el este de la isla de Java, en la aldea de Bono Bondo de la región de Pasitán.
Mimi, la hija adoptiva de Katemi, confirmó la fecha de nacimiento de su madre, declarando que la conocía por su tío, Kario, quien había muerto a la edad de 165 años. Nietos y bisnietos de Katemi testimoniaron la edad de su antecedente, basándose en las historias que ella les solía contar acerca de su juventud: caían el las épocas de la gobernación colonial de portugueses, japoneses y holandeses.
Los vecinos de Katemi, Suteyo, de 45 años, y Dvi, de 50, declararon que ella reside en su aldea desde 1980, pero no había envejecido mucho desde entonces. Dvi precisó a los servicios de estadísticas que considera probable que la mujer tenga 145 años, ya que su hermana menor, Ama, tiene 98, y la hija, más de 70.
El hecho de que Katemi sea 47 años mayor que su hermana Ama provocó muchas dudas en los inspectores. Sin embargo, inscribieron la fecha de nacimiento de la mujer como el año 1865.
En el marco del censo, en cuatro provincias del país se registraron, además, 22 personas entre 124 y 130 años de edad.
Pero el padrón provocó otra sorpresa, aún más grande. El servicio estadístico de Papúa, BPS Papua, registró una nueva tribu de cazadores no conocida hasta ahora. Con el fin de verificar la información, recibida de los misioneros, escrutiñadores emprendieron una amplia búsqueda en la región montañosa en la frontera entre los distritos de Mappi, Yahukimo, Asmat y Beauvène Digul. Y descubrieron a 2.868 miembros de la tribu. No hablan el indonesio, no usan ropa, viven en árboles y se alimentan de hojas y de carne de animales salvajes, informó el jefe de BPS Papúa, Suntono, según recoge The Jakarta Globe.
En el censo nacional en Indonesia están involucradas unas 700 personas. Entre ellas, empleados de la Agencia Central de Estadísticas del país y de sus sucursales en provincias, además de voluntarios. El padrón suele realizarse una vez cada 10 años. En 2010 está programado que se realice en cuatro meses: empezó en mayo y terminará en agosto.
Según comentó el director general de la Agencia Central, Rusmán Jeriaván, a la agencia rusa de noticias Ria Novosti, la amenaza principal con la que se enfrentan los escrutiñadores en el país es auto identificación religiosa y nacional de la población. Por ejemplo, la Agencia en sus estadísticas colocaba a todos los dayak que residen en la isla de Borneo en la misma categoría. Sin embargo, los dayakes mismos se identifican como varias etnias distintas, con lo que reclamaron que en el censo les dividieran en grupos diferentes. Uno de las tribus incluso puso una multa a la agencia por 'el insulto' y tuvieron que pagar. De no haberlo hecho, les habrían quemado la oficina.