Se trata del submarino U-166, que en julio del 1942 logró hundir en estas aguas un barco de la República Dominicana y tres de EE.UU. El último fue el vapor de pasajeros Robert E. Lee, el 30 de julio del 1942, cuyo hundimiento dejó un saldo de 25 muertos.
El propio submarino fue abatido poco después con 52 marinos a bordo por un patrullero de la marina de EE.UU. que escoltaba al vapor. Las dos naves, U-166 y Robert E. Lee, yacen en el mar separadas por tan solo tres kilómetros, a una profundidad de 1.500 metros.
El submarino y el barco naufragado fueron hallados por primera vez en el año 2001, pero Ballard y su equipo apenas lograron tomar fotos de alta definición de las naves. Según investigadores, el pecio U-166 es considerado una fosa de guerra y no puede ser perturbada.