"Dejen que los israelíes vengan a oler nuestra ropa y vean nuestra casa", subraya la menor, agregando que el olor a gas los está asfixiando en su propio hogar. "Ni siquiera puedo disfrutar de las gafas de sol que me regaló mi papá, ni de los brazaletes y collares que me dio mi mamá […] ¿Cómo puedo disfrutar de mis cosas?", se pregunta.
Asimismo, una mujer cuenta que les resulta imposible vivir con sus hijos en medio del miedo y el terror producidos por los constantes bombardeos israelíes. Mientras, en otro testimonio, un menor de 12 años que ya ha perdido a 18 familiares durante los ataques israelíes, incluyendo a su padre, lamenta que Tel Aviv piense que ellos no valen "nada". "Son asesinos, inhumanos", señala.
Hasta el momento la operación israelí Borde Protector ha dejado un saldo de más de 200 muertos, incluida más de una treintena de niños, mientras que unas 1.500 personas han resultado heridas.