Cuanto más poderosos se hacen estos dos sectores, EE.UU. es menos capaz de mantener el poder en el sentido tradicional, tanto dentro del país como en el extranjero. Como resultado, el sistema político del país se ve paralizado: el Congreso y el presidente no pueden pactar cuestiones básicas tales como, por ejemplo, la reparación de las carreteras, se subraya en la publicación.
EE.UU. ya no puede como antes establecer normas y dominar en instituciones internacionales del poderEE.UU. invierte mucho en seguridad, en el apoyo de cientos de bases militares por todo el mundo. Sin embargo, el Ejército de EE.UU. no puede hacer nada en la lucha contra la crisis mundial y Washington, con todo su poder militar y económico, está experimentando grandes dificultades al tratar de imponer su voluntad a otros países. El autor del artículo dice que EE.UU. no es capaz de "transformar su poder en algo parecido al éxito".
El periodista Amitav Acharya en un artículo en 'The Huffington Post' comparte esta opinión. Según asegura, "si [Estados Unidos] no ha entrado en decadencia todavía, en cualquier caso ya no puede como antes establecer normas y dominar en instituciones internacionales del poder".
En el mismo tono hace poco se expresó el profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chicago y experto en derecho internacional y normas sociales Eric Posner. "Lo siento EE.UU., el nuevo orden mundial está muerto", así tituló su artículo en la revista 'The Foreign Policy', donde opinó que el nuevo orden mundial liberal establecido después del colapso de la URSS vive sus últimos momentos y ya es hora de que EE.UU. se despida de la dominación del mundo, sobre todo porque el mismo EE.UU. socavó esta idea.