De acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos humanos, con sede en Londres, el intento por parte de los extremistas de Estado Islámico de apoderarse de los depósitos de gas de Homs es una de las acciones "de más envergadura" emprendidos por los militantes de esta agrupación contra el Gobierno sirio desde el año pasado.
"El número de personas, en su mayoría guardias y miembros de las fuerzas nacionales de defensa, que fueron asesinados durante un ataque de insurgentes contra un yacimiento de gas en la provincia de Homs alcanza las 115 personas", dijo en un comunicado el director del sirio Centro Rami Abdel Rahman.
Se informa de que todavía se desconoce el destino de otras 250 personas que trabajan en el campo y que desaparecieron tras el ataque.
Iniciado en junio, el violento levantamiento de la milicia Estado Islámico ha sumido a Irak en una nueva situación de guerra que amenaza a toda la región de Oriente Medio. Se cree que la milicia del Estado Islámico que opera en Irak y Siria controla 2.000 millones de dólares y se compone de 10.000 combatientes, lo que permite a este grupo combatir exitosamente contra el Ejército iraquí y así intentar controlar una región que se extiende desde la ciudad de Alepo en Siria, hasta las ciudades de Faluya, Mosul y Tal Afar en Irak.