La ONU denuncia crímenes de guerra en Irak: ejecuciones y torturas en masa

Más de 5.000 civiles iraquíes, entre ellos muchos niños y mujeres, han muerto solo en lo que va de año asesinados a manos de los extremistas del Estado Islámico, según un nuevo informe de la ONU.
"Cada día recibimos denuncias de una terrible letanía de violaciones de derechos humanos que se están cometiendo en Irak contra civiles iraquíes: niños, mujeres y hombres, privados de su seguridad, de sus medios de vida, sus hogares, educación, salud y otros servicios básicos", declaró el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

Según la funcionaria, "los ataques deliberados o indiscriminados contra civiles, su asesinato de civiles y su uso como escudos, o la obstaculización del acceso de la población civil a la asistencia humanitaria pueden ser considerados como crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad".

 
 
El nuevo informe del organismo internacional indica que el mes de junio estuvo marcado por la escalada de la ofensiva del grupo yihadista sunní Estado Islámico. Se informa de que solo durante el mes de junio en el país han sido asesinadas 2.400 personas, entre ellas 886 miembros de las Fuerzas de Seguridad iraquíes. Además, 1.763 civiles resultaron heridos en este período.

"El Estado Islámico y los grupos armados asociados con él han llevado a cabo muchos ataques de forma sistemática sin prestar atención a los efectos sobre la población civil ni a la infraestructura civil, y tenían intención de matar y herir a tantos civiles como fuera posible. Los objetivos han incluido lugares como mercados, restaurantes, tiendas, cafeterías, parques infantiles, escuelas, lugares de culto y otros espacios públicos donde los civiles se reúnen en masa", señaló el informe.

Algunos episodios de violencia

Entre las atrocidades cometidas por los extremistas de este grupo figura la ejecución de 480 chiitas presos el 10 de junio en la cárcel de Badush en Mosul, ciudad capturada por los extremistas. La lucha fue tan sangrienta "que solo algunos detenidos fueron capaces de huir, mientras otros sobrevivieron haciéndose pasar por muertos bajo los cadáveres de otros detenidos", se dice.

El informe también señala las tácticas de terror sistemáticas utilizadas en contra de la gente que acude a los santuarios, que también fueron destruidos en los ataques del EI, como la estatua de la Watheqat al Madina en la región de Nínive. Los expertos enfatizan que "se destruyen lugares de culto, escuelas de pensamientos religiosos".

 
 
"Además se limita seriamente el derecho de las mujeres", señala, y en este sentido hace hincapié en que las mujeres, los niños, las minorías y las personas discapacitadas se han visto "desproporcionadamente" afectados por los brotes de violencia.
 
Por otra parte se denuncia que los extremistas "reclutan a los niños, y los utilizan como informantes y como terroristas suicidas en varios sitios como en los puestos de control, entre otros".



"El 21 de junio nueve familias de desplazados de Jalula informaron que sus viviendas habían sido quemadas por los milicianos chiitas en venganza porque supuestamente eran simpatizantes del EI", dice una letanía de abusos que se basa en las palabras de testigos y víctimas.
 
"El 15 de junio se informó que el 14 de junio 31 personas detenidas fueron ejecutadas por las Fuerzas de Seguridad iraquíes en la comisaría de Al-Qalaa, en Tal Afar, por haber intentado huir de sus puestos poco antes de la llegada de los integrantes del EI. Los informes indican que un oficial obligó a salir de sus celdas a los 36 detenidos y tres agentes de policía abrieron fuego contra la mayoría", afirma otro episodio.