Con tono sarcástico se refería el jefe de la diplomacia estadounidense a la "limpia" operación del Ejército israelí en la Franja de Gaza vendida ante las cámaras y que tenía como objetivo destruir la infraestructura militar de las milicias palestinas. Por el momento, ha dejado más de 500 palestinos muertos, la mayoría de ellos civiles.
La postura oficial de Washington es la contención y el apoyo a Tel Aviv, pero a Kerry le ha podido su opinión sobre los hechos. No obstante, poco después, al percatarse de la mala pasada que le jugaba el micrófono, Kerry evitaba criticar abiertamente a Israel, aliado de EE.UU., y destacaba el derecho israelí a defenderse.
"He reaccionado como todo el mundo haría cuando hay niños y civiles. Pero la guerra es dura (…) Defendemos el derecho de Israel de defenderse de sus enemigos", zanjó el secretario de Estado estadounidense.