En lugar de proteger a los ciudadanos de EE.UU., incluidos los musulmanes estadounidenses, de la amenaza del terrorismo, a través de sus actividades encubiertas el FBI se desvió de su función de perseguir las amenazas reales, afirma el informe de Human Rights Watch.
Con la ayuda de la Facultad de Derecho del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Columbia, HRW examinó 27 casos de investigación y entrevistó a 215 personas, algunas de ellas acusadas o condenadas por casos de terrorismo, a sus familiares, abogados defensores, fiscales y jueces.
"En algunos casos, el FBI pudo haber convertido en auténticos terroristas a individuos que respetaban la ley al sugerirles la idea de emprender una acción terrorista o al fomentar su deseo de actuar", asevera el documento.
En los casos analizados, la mitad de las condenas representan el resultado de operaciones señuelo del FBI, y en el 30% de esos casos un agente encubierto desempeñó un papel activo en la planificación del ataque.
"A los estadounidenses les dijeron que su Gobierno los protege mediante la prevención y la persecución del terrorismo dentro de EE.UU. Sin embargo, al echar un vistazo más de cerca te das cuenta de que muchas de esas personas nunca habrían cometido un delito si no fuera porque las fuerzas del orden las alentaron, con presiones y a veces con financiamiento, a cometer actos terroristas", declaró Andrea Prasow, subdirector del grupo de derechos humanos en Washington.
Asimismo, el informe denunció que el FBI a menudo se dirige a personas vulnerables o con problemas mentales.
El abogado y analista político Wilfredo Amr Ruiz dijo a RT que la agencia estadounidense fabrica actos terroristas porque no quiere perder sus presupuestos millonarios, que necesita justificar. "El FBI está librando una batalla contra el terrorismo que en realidad es una batalla ficticia fabricada por él mismo".