La mayoría de los votantes kirguises se pronuncia por la nueva Constitución
Los últimos resultados del referéndum en Kirguistán indican que el país puede convertirse en la primera república parlamentaria de Asia Central. Más del 90% de los participantes de la consulta popular votó por la nueva Constitución.
La mayoría absoluta de los casi 2 millones de participantes del referéndum dieron su voto a favor de la nueva Carta Magna. Según los resultados preliminares del referéndum celebrado este domingo en Kirguistán, el país centro asiático se convertirá en una república parlamentaria y la jefa del gobierno provisional será la presidenta legítima por un período de un año y medio. Y el pueblo kirguís, que después del derrocamiento del presidente anterior en abril pasado sufrió una serie de sangrientos disturbios, ahora pone todas sus esperanzas en el nuevo régimen.
Muchos creen que la nueva presidenta, Roza Otunbáyeva, podrá resolver la crítica situación actual y cambiar la vida del pueblo, algo que, según ellos, no lograron hacer los mandatarios anteriores.
“El pueblo está votando por la estabilidad en Kirguistán, por un poder legítimo. Se habló mucho de que el país se estaba dividiendo, de que se encontraba al borde de un desastre. Pero en este referéndum la gente quiere demostrar que el pueblo kirguís está unido,” señaló Otunbáyeva.
Según las estimaciones previas de los organizadores del plebiscito, a las urnas acudieron alrededor del 70% de los ciudadanos. Además los observadores internacionales de la OSCE expresaron su reconocimiento al gobierno provisional por celebrar con éxito el referéndum a pesar de la difícil situación social.
Mientras tanto, en cuanto a esta consulta popular, el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, se mostró menos optimista diciendo que, aunque se trataba de un asunto interno de Kirguistán, todavía era difícil imaginar cómo funcionaría allí el modelo de una república parlamentaria. El mandatario de Rusia no descartó la posibilidad de que los grupos extremistas puedan llegar al poder.
De hecho, a pesar de que el día de la votación no se produjeron graves disturbios, de momento no se puede decir que la situación en la república esté absolutamente normalizada. El número de muertos en los enfrentamientos étnicos de este mes de junio ya ha alcanzado más de 290 personas y el estado de emergencia en el sur del país ha sido prolongado hasta agosto. La mayoría de los afectados piensa que antes de celebrar un referéndum, el Gobierno provisional debería haber puesto fin a la violencia y haberse dedicado a reconstruir las viviendas destruidas.
La administración de Roza Otunbáyeva aún tiene muchos desafíos por delante, entre ellos, la creación del parlamento y la estabilización de la situación actual en el país. Mientras tanto, el pueblo de Kirguistán tiene la esperanza de que el nuevo régimen, sea parlamentario o presidencial, pueda traer cambios a sus vidas y la paz que tanto esperan.