Un prototipo de un avión de combate británico no tripulado de alto secreto completó una segunda serie de vuelos de prueba realizadas en un lugar desconocido, de acuerdo con los constructores del dron, informa la revista 'Livescience'.
En particular, los operadores evalúan la inteligencia artificial del avión, la seguridad del sistema de comunicaciones y las tecnologías furtivas, incluida la capacidad del vehículo de evadir la detección de los radares.
Este caza supersónico intercontinental, de 8 toneladas de peso, 11 metros de largo y una envergadura de unos 9 metros, cuenta con "tecnología líder en el mundo" y con el "sistema de navegación más avanzado concebido, diseñado y construido en el Reino Unido".
El Taranis es capaz de maniobrar independientemente del centro de control de vuelos e interceptar o evadir automáticamente los misiles dirigidos en su contra. Necesitará la autorización humana solo para atacar un blanco potencial que identifique.
Empresas del Reino Unido están construyendo la mayor parte de la tecnología, pero varias compañías estadounidenses, como General Electric y Triumph Group, contribuyen en la fabricación de los sistemas de vuelo, de acuerdo con BAE.
El precio del Taranis, 316 millones de dólares, lo costean conjuntamente BAE, que se hace cargo de un 30% del importe, y el Ministerio de Defensa del Reino Unido, que paga el restante 70%.