Según el organismo, unas cuatro millones de mujeres podrían ser víctimas de la fatua en Irak, donde la ablación no es una práctica común.
Este es uno de los numerosos decretos religiosos emitidos por el grupo yihadista desde que tomara el control del norte de Irak el mes pasado. Además, en uno de sus últimos informes, la ONU acusó al Estado Islámico de emplear en Irak métodos como ejecuciones, violaciones y reclutamiento forzado de niños. El documento también les acusó de destrucción sin sentido y saqueo de lugares de culto o de importancia cultural o histórica.
"Esto es algo muy nuevo para Irak, particularmente en esta zona. Es motivo de gran preocupación y debe ser abordado", aseguró la coordinadora humanitaria de la ONU en Irak, Jacqueline Badcock, desde la ciudad iraquí de Erbil a través de una videoconferencia con periodistas en Ginebra.
Esta no es la voluntad del pueblo iraquí ni de las mujeres de Irak
"Esta no es la voluntad del pueblo iraquí ni de las mujeres de Irak en estas áreas vulnerables ocupadas por los terroristas", afirmó Badcock, según la cadena Al Arabiya.
Desde el mes de junio el violento levantamiento de este grupo, conocido anteriormente como Estado Islámico de Irak y el Levante, ha sumido a Irak en una nueva situación de guerra que amenaza a toda la región de Oriente Medio.
Se cree que la milicia del Estado Islámico, que opera en Irak y Siria, está compuesta por, al menos, 10.000 combatientes, lo que le permitiría combatir exitosamente contra el Ejército iraquí y, de esta forma, intentar tomar el control de una región que se extiende desde la ciudad de Alepo en Siria hasta las ciudades de Faluya, Mosul y Tal Afar en Irak.
Además, expertos afirman que el grupo obtiene un millón de dólares al día a través de la venta de crudo procedente de campos petrolíferos que se encuentran bajo su control en Irak y que es transportado a Turquía e Irán.