El Gobierno venezolano calificó esta detención como ilegal y arbitraria, e incluso denunció que se trataba de un secuestro, porque Carvajal no tiene ninguna orden de captura internacional y porque es un funcionario diplomático que cuenta con la protección de las normas establecidas en el Convenio de Viena. Sin embargo, las autoridades holandesas han hecho caso omiso a estos argumentos. Dicen que si bien Carvajal fue nombrado cónsul en enero de este año, él aún no cuenta con la credencial de las autoridades holandesas e incluso han planteado la posibilidad de extraditarlo a EE.UU., país que lo acusa y solicita por supuestamente estar vinculado a la guerrilla de las FARC y al narcotráfico.
Pero ¿quién es Hugo Carvajal? ¿por qué tanto interés de EE.UU. por tenerlo en su poder?
Hugo Carvajal fue uno de los hombres de mayor confianza del Presidente Hugo Chávez, lo acompañó desde en la rebelión militar del 4 de febrero de 1992 y en los siguientes 20 años de carrera política. Carvajal junto con el actual Ministro de Interior, Miguel Rodríguez Torres, logró neutralizar los diversos intentos de magnicidio contra el Presidente Chávez y fue uno de los que asestó certeros golpes contra el narcotráfico y el paramilitarismo colombiano que migró a Venezuela.
Para Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional y Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, es claro lo que hay detrás de todo esto: “EE.UU. le está cobrando a Carvajal la lealtad con el Comandante Hugo Chávez durante todos estos años de Revolución. Carvajal fue el Director de la Inteligencia Militar (durante 9 años) y durante su gestión uno de los eventos de mayor trascendencia fue la captura constante de droga que iban en contra de lo que la DEA hace con los carteles de la droga (…) Aquí en Venezuela nunca se ha capturado tanta droga (y tantos narcotraficantes) desde que se rompió el acuerdo con la DEA, la mayor transnacional de la droga”.
Cabello también asegura que esta investigación contra el General Carvajal “la iniciaron apenas el 4 de julio de este año y lo acusan de manera genérica de traficar con 5 kilos de cocaína en territorio estadounidense entre 2004 y 2011. Es una gran mentira”.
Venezuela no se quedará de brazos cruzados
Maduro y Cabello han advertido que “en defensa de la soberanía e independencia de Venezuela”, el país se reserva cualquier acción a tomar si el Carvajal no es liberado o si es extraditado a EE.UU.
“El Reino de Holanda debe saber que vamos a tomar decisiones. Las islas Bonaire, Curacao y Aruba tienen una gran vinculación económica con Venezuela, y nosotros vamos a tomar acciones. No nos vamos a quedar con los brazos cruzados, vamos a solicitar ante el mundo que levante su voz ante la violación extrema del gobierno de Holanda y de EE.UU. del Convenio de Viena para secuestrar a un diplomático nuestro” advirtió Cabello.
Esta nueva agresión de EE.UU. que denuncia Venezuela se da justo cuando se empezaban a normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países y cuando intercambian encargados de negocios.
“Uno de verdad no entiende a EE.UU. Un día declaran que quieren regularizar relaciones con nosotros y al día siguiente viene agresión de este tipo cuando ellos saben que no hay absolutamente nada contra el General Carvajal, ni con otras personas que están siendo señaladas allí. A nosotros en EE.UU. nos inventan cualquier cosa. Yo en lo personal tengo una denuncia por entregarle un millón de dólares a Bin Laden. Son cosas fantasiosas que ellos las colocan en un expediente y a base a ese expediente de mentiras toman acciones como estas”.
Un refrito de mentiras ya desmentidas
Hasta el momento, EE.UU. no ha presentado una sola prueba contra el General Carvajal sobre sus presuntos vínculos con las FARC y el narcotráfico. Lo que se divulga hasta ahora sobre Carvajal, por todas las transnacionales de la comunicación, es el mismo expediente que fabricó el gobierno colombiano durante presidencia de Álvaro Uribe Vélez.
La revista Semana, medio que según distintos analistas, sirve para divulgar información de los servicios de inteligencia colombiana, publica varios artículos sobre Carvajal en los que señala lo siguiente:
1. “Cayó el general que le sirvió a las FARC”. La revista Semana coloca ese titular argumentando que “durante 2007 los miembros del Secretariado de las FARC caminaban tranquilos por las instalaciones del Ministerio Defensa, Comandancia General y Guardia nacional, entre otras instituciones de ese país”
Efectivamente en 2007 esos comandantes de las FARC se encontraban en Venezuela, pero autorizados por el propio gobierno colombiano, que había nombrado al Presidente Hugo Chávez y a la entonces senadora Piedad Córdoba, como mediadores de paz entre el gobierno y la guerrilla colombiana. Los comandantes de las FARC se movilizaban por Caracas de la misma manera que hoy lo hacen durante diálogos de paz en La Habana.
2. La historia de las armas: La revista Semana asegura “Durante una acción del Ejército colombiano contra el jefe guerrillero Gener García, ‘Jhon 40’, entonces jefe del frente 43 de las FARC, se empezó a hablar de él (Carvajal). ¿Por qué? El Ejército llegó hasta uno de los campamentos del jefe guerrillero y encontraron en una caleta varios lanzacohetes AT-4” (venezolanos).
Esta información fue desmentida, con pruebas en mano y ante medios internacionales, por el Presidente Hugo Chávez el pasado 5 de agosto de 2009. Los lanzacohetes AT-4 en poder de las FARC fueron robados por la guerrilla colombiana en una asalto a la base naval venezolana de Cararabo, estado Apure, en febrero de 1995, antes de la llegada de la Revolución.
3. La computadora de Reyes: La revista Semana se pregunta: “Cómo salieron esas armas de los cuarteles de Venezuela a los campamentos de las FARC? La respuesta fue encontrada en los computadores de ‘Raúl Reyes’ hallados en su campamento tras haber sido muerto por el Ejército. En los computadores, cuya autenticidad fue certificada por la Interpol, se encontró que el general Carvajal era el oficial que se los había pasado”.
Como si fuera poco ocultar el desmentido de Chávez en 2009 y descontextualizar la información, las corporaciones mediáticas, como la revista Semana, obvia intencionalmente que la propia Corte Suprema de Justicia de Colombia aseguró que no se podían utilizar como pruebas, en ningún caso, los documentos word que supuestamente se sacaron de la computadora de Raúl Reyes porque fueron adquiridas de manera ilegal y sin respetar la debida cadena de custodia.
Así que estas son las “pruebas” que utiliza el gobierno estadounidense, y las corporaciones mediáticas, para vincular al general Hugo Carvajal con el narcotráfico y la guerrilla de las FARC, y así justificar su privativa de libertad en Aruba y una posible extradición a EE.UU.
Pero nada de esto es nuevo para Venezuela ni para América Latina. Ya en agosto de 2009, el Presidente Chávez advirtió que “uno de los planes de EE.UU. es vincular al Gobierno venezolano con el narcotráfico y luego cualquier cosa que hagan será válida, siguiendo la fórmula que le aplicaron al ex presidente panameño Manuel Noriega”.
El guión se repite
Vincular a Presidentes y gobiernos que no sirven a los intereses de EE.UU. con el narcotráfico y “el terrorismo” es un viejo guión demás conocido en América Latina y el mundo.
Basta recordar que hasta el año 2008, el emblemático líder sudafricano, Nelson Mandela, estuvo en una lista de terroristas buscados por EE.UU. por su lucha contra el sistema de segregación racial, apartheid.
El líder cocalero y hoy Presidente de Bolivia, Evo Morales, también fue acusado durante años por EE.UU. por “estar vinculado al narcotráfico” por la simple razón de defender la hoja de coca como una costumbre milenaria de su pueblo. Evo fue perseguido por la DEA, encarcelado e incluso destituido como diputado por la derecha de su país tras la férrea campaña de EE.UU., que lo calificaba de “narcotraficante”.
El mismo formato que quisieron aplicarle a Mandela, al Presidente Evo Morales, Comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro, a Hugo Chávez y a la propia defensora de los derechos humanos colombiana Piedad Córdoba, es el que hoy repiten contra el general Hugo Carvajal y contra Venezuela.
Todo parece indicar que atrás quedaron las guarimbas (acciones violentas de calle) y las amenazas de sanciones por parte de EE.UU. Con este secuestro del general y cónsul Hugo Carvajal se inicia un nuevo capítulo de un expediente forjado, que seguro irá creciendo, para vincular a más miembros de la Fuerza Armada y funcionarios del gobierno venezolano con el narcotráfico, “con el objetivo de desmoralizar a las fuerzas chavistas y desacreditar a Venezuela en el concierto internacional y justificar cualquier acción contra el país” tal como lo advierte el Presidente del Parlamento, Diosdado Cabello.
Karen Méndez