El 2 de julio cuatro personas que viajaban en un avión de carga murieron cuando la aeronave chocó contra un edificio comercial tras despegar de un aeropuerto en Kenia.
Tres días más tarde, el 5 de julio, un avión deportivo Piper PA-31T se estrelló en Polonia, causando 12 víctimas mortales.
16 efectivos del Ejército de Vietnam murieron el 7 de julio en un accidente aéreo registrado durante un ejercicio con paracaídas cerca de Hanói.
El 17 de julio en la parte suroriental de Ucrania, donde en los últimos meses se registran combates, se estrelló un avión de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo. Todos los pasajeros y tripulantes fallecieron.
Días después, el 23 de julio, 48 personas murieron y 11 resultaron heridas al estrellarse un avión de pasajeros en Taiwán cuando se disponía a realizar un aterrizaje de emergencia.
Tan solo un día después del accidente en Asia, el 24 de julio, un avión operado por la compañía española Swiftair para Air Algérie con 116 personas a bordo se estrelló en una zona desértica poco accesible en Mali, presuntamente debido a las malas condiciones meteorológicas.
En lo que va de año, 763 pasajeros y miembros de tripulación han perdido la vida en desastres aéreos, es decir 498 personas más que en todo el año pasado (265). Además, los especialistas apuntan que este julio es el quinto peor mes en la historia de la aviación en términos de muertes por desastres aéreos.
Sin embargo, Harro Ranter, el presidente de Aviation Safety Network (Red de Seguridad Aérea), un sitio web que recopila información sobre accidentes aéreos, describió el año 2014 como "uno de los años más seguros de la historia de la aviación moderna desde 1946" de acuerdo con el número de accidentes, cita el diario británico 'The Daily Mail'.
¿Se trata de una casualidad?
Las tres últimas tragedias aéreas se han dado en un periodo muy corto de tiempo, lo cual, según Ranter, es común. A su juicio, es más probable que un accidente se produzca justo un día después de otro que dos o tres días más tarde.Por su parte, el profesor del Instituto de Tecnología de Tecnología de Massachusetts, Arnold Barnett, indica que el hecho de que haya accidentes seguidos no es más que una coincidencia, a no ser que ocurran en épocas del año en que las condiciones meteorológicas son adversas.
No obstante, Barnett recordó a la cadena BBC la teoría de la distribución de Poisson, que implica que es más probable que haya intervalos cortos entre accidentes aéreos.