Según Harf, citada por la agencia Itar-Tass, el lanzamiento del misil 'matasatélites' se efectuó este miércoles, pero en el marco de "este ensayo no se produjo la destrucción de un objetivo".
"Instamos a China a abstenerse de llevar a cabo actividades desestabilizadoras, como el continuo desarrollo y pruebas de sistemas antisatélites. Este tipo de acciones "a largo plazo amenazarán la seguridad en el espacio exterior", dijo la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU.
Washington considera que en los últimos años Pekín ha realizado una serie de pruebas destinadas a desarrollar armas antisatélites. En enero del 2007, China llevó a cabo la primera prueba exitosa de un misil de este tipo, que concluyó con la destrucción de un viejo satélite meteorológico a una altitud de 865 kilómetros sobre la Tierra.
El impacto provocó más de 3.000 fragmentos de desechos espaciales, "que continúan representando una amenaza para los sistemas espaciales de todos los países", concluyó Harf.
En marzo pasado expertos estadounidenses advirtieron que el gigante asiático poseería un misil antisatélite, montado en una instalación móvil, que podría alcanzar la órbita geoestacionaria a unos 36.000 kilómetros sobre la Tierra.