Una negligencia médica, peor que una enfermedad
Un caso indignante afecta a una paciente de edad avanzada de un hospital ruso: le operaron del ojo equivocado y, además, sufrió un accidente que la dejó inválida. Pero en Rusia es muy difícil castigar a los responsables.
Nina Putilova lleva mucho tiempo con problemas en la vista. Pero cuando la anciana de 83 años decidió someterse a cirugía, no esperaba salir de la clínica medio ciega y sin poder caminar.
El historial médico de Nina muestra que la intervención tenía que ser en su ojo izquierdo. El doctor le operó el derecho. Para colmo, aquella noche Nina tropezó en la sala del hospital y se fracturó la cadera. Dice que la clínica no llamó a la ambulancia ni tampoco le prestó la asistencia médica que requería. Como resultado, nunca se ha recuperado por completo y ahora necesita una silla de ruedas.
Como cuenta Xenia Putilova, la hija de la víctima del error médico, ni la enfermera que preparaba a su madre para la operación, ni tampoco el médico comprobaron su historial. “Luego, en nuestra clínica local, arrancaron varias páginas para encubrir los fallos de sus colegas”, confiesa.
El personal de la clínica insiste en su inocencia. Según los empleados del centro de microcirugía ocular, hay un estricto sistema de revisiones antes de la intervención. La paciente tenía problemas en ambos ojos, de manera que el cirujano simplemente empezó por el derecho para operar el izquierdo al día siguiente.
El médico que realizó la intervención quirúrgica sigue trabajando en el centro.
Nina y su hijo llevaron a este centro médico a juicio demandando 16.000 dólares de indemnización. Pero la sentencia estableció que la clínica pagara ocho veces menos. Rusia no dispone de un sistema de seguros contra los errores médicos. Y los expertos dicen que castigar a los responsables es casi imposible.
Como explica Dmitri Aivazian, “según nuestra ley, el juez toma la decisión sobre la suma de la recompensa de acuerdo con la situación financiera del acusado. Los presupuestos de nuestras instituciones médicas estatales no disponen de medios para ese tipo de pagos. Y casi todo depende del juez”.
La familia de Nina se está preparando para una nueva batalla legal. Dicen que les hace falta dinero para cuidar de su salud. Su ojo izquierdo sigue estando ciego y necesita una operación, pero es poco probable que ella sea capaz de superar su desconfianza hacia los médicos.