La masacre sucedió este lunes, el día que los musulmanes de todo el mundo celebraban una de las mayores fiestas religiosas: Eid al Fitr, que marca el final del ayuno del mes sagrado de ramadán.
Varios proyectiles impactaron en un jardín público en el área de un campo de refugiados en el norte de Gaza, matando a diez niños y dos adultos, mientras otras 46 personas resultaron heridas, según fuentes médicas palestinas.
Un representante del hospital cercano dijo que los niños estaban jugando en columpios cuando el masivo ataque aéreo golpeó el parque en el campamento de refugiados Shati, en las afueras de la ciudad de Gaza, informó AP.
"Los niños jugaban y estaban felices, disfrutando del Eid, y fueron golpeados. Algunos perdieron sus cabezas, otros las piernas y las manos", dijo el testigo Nidal Aljerbi.
El parque del campamento de refugiados fue atacado pocos minutos después del bombardeo del hospital Shifa, ubicado en la misma área de la ciudad.
Entre tanto el Ejército israelí insiste en que los cohetes caídos en el norte de Gaza fueron lanzados por militantes de Hamás, pero que no lograron alcanzar su objetivo que era el territorio de Israel.
El Ministerio del Interior palestino en Gaza, controlado por Hamás, a su vez culpa a los militares israelíes de intentar eximirse de su responsabilidad. "Nuestra policía tiene fragmentos de cohetes que fueron lanzados contra este territorio", señala un comunicado del Ministerio.
Desde el pasado 7 de julio cuando el Ejército israelí puso en marcha el operativo Borde Protector ('Protective Edge') contra la Franja de Gaza, más de mil palestinos han sido asesinados. 50 israelíes perdieron la vida en ataques de respuesta a la agresión israelí por parte de Palestina.