En concreto, las sanciones prohíben a los ciudadanos y empresas de la UE comprar o vender nuevos bonos, acciones o instrumentos financieros similares, con un vencimiento superior a 90 días, emitidos por los bancos estatales rusos.
Además, las sanciones limitan la exportación de equipos para la exploración de petróleo en aguas profundas, la exploración de la plataforma del Ártico y la producción de petróleo, así como para proyectos relacionados con el petróleo de esquisto.
También serán prohibidos nuevos contratos de venta de armas a Rusia y de exportación de maquinaria, de dispositivos electrónicos y de otros productos civiles de eventual uso militar.
Las sanciones serán publicadas el 31 de julio y entrarán en vigor el 1 de agosto.
El Fondo Monetario Internacional ha comentado que el endurecimiento de las sanciones contra Rusia podría traer consigo un impacto económico negativo para los países de la Comunidad de Estados Independientes y la UE, así como afectar a la economía mundial.
Este mismo martes los embajadores ante la UE acordaron extender la lista de sanciones impuestas a Rusia a otros cuatro empresarios y a cuatro entidades jurídicas, entre ellas a un banco. Según AFP, se trata de cuatro hombres de negocios cercanos a los dirigentes de Rusia, a los que se prohibirá la entrada en los países de la UE y cuyos activos serán congelados.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, reprochó el lunes a Occidente su falta de iniciativa política para resolver la situación en Ucrania. "Se escuchan solo exigencias a Rusia y amenazas de sanciones", dijo. "Con la excusa de Maidán empezó un proyecto geopolítico para 'tomar' Ucrania", agregó. "Debido a esta postura de los socios occidentales, Rusia puede hacerse más independiente, y eso es también útil", enfatizó.