Nos vigilan con prismáticos, dicen que hay francotiradores apuntando. ¡Claro que estamos asustados!
He aquí sólo algunas voces de los residentes de esta localidad rusa ubicada en la frontera con Ucrania y escenario de uno de los reportajes de RT.
"Hay bombardeos cada noche. Me encierro en casa. Esto no es vida", sostiene Valentina, residente de Novorovenetsk.
"Nos vigilan con prismáticos, dicen que hay francotiradores apuntando. ¡Claro que estamos asustados!", asegura Tatiana Farinkova, diputada local.
Olga Lisenko trabaja en un hospital psiquiátrico. Allí la situación es incluso más delicada: "Tenemos que mentir a los pacientes del psiquiátrico en que trabajo. Les decimos que llueve. Pero no es agua lo que cae del cielo, son bombas".
Hace un mes que los vecinos de Novorovenetsk no duermen tranquilos. Es la población es más cercana a la frontera con Ucrania. Tras la montaña se encuentra el conflicto activo. Antes, las calles de la localidad solían estar llenas de niños. Este año la situación es bien diferente.
La mayoría de los padres han decidido llevarse a sus hijos a pasar el verano lejos de la zona en conflicto. Y es que el ambiente de esta pequeña localidad no se parece al de unas vacaciones cuando comienzan las ofensivas.
Aunque difícilmente borrarán 'estas vacaciones' de sus recuerdos.