"El derribo del MH17 fue una tragedia. Todo el mundo lo considera un error trágico. Sin embargo, es una pena que Estados Unidos intente utilizar la muerte de pasajeros inocentes para sus objetivos políticos, lo que podría causar más violencia y más muertes civiles", dice el periodista Blake Fleetwood en su artículo en 'The Huffington Post' titulado 'Dejen a Ucrania del este'.
Fleetwood subraya que la caída del Boeing 777 malayo no fue el primer accidente de este tipo en la historia, recordando la tragedia del vuelo iraní 655 derribado sobre una zona de combate y el derribo de un Tupolev Tu-154 por un cohete ucraniano sobre el Mar Negro. Los medios de comunicación occidentales, continua el autor, acusan a Putin de estar involucrado en la tragedia. "Si Putin sabe quién tiene la culpa por el derribo del MH17, debe decirlo inmediatamente. Por ahora está actuando como la mayoría de otros países que han derribado aviones comerciales por error", dice el autor.
Fleetwood vincula las complicaciones en la investigación de la tragedia con las operaciones militares en el este de Ucrania y acusa al Gobierno de Kiev de usar la violencia contra los civiles en el este del país, afirmando que las atrocidades que se cometen solo obra de "los ucranianos del oeste". El autor recuerda que se han registrado cerca de 1.200 víctimas civiles, según Human Rights Watch.
"Irónicamente", dice el autor "son Putin y los separatistas los que llaman a una tregua", mientras el Gobierno de Kiev, sigue resistiendo y los medios occidentales justifican la posible intervención de la OTAN y una guerra a gran escala.
El conflicto, según afirma el autor, se desarrolló tras una revolución urdida por Estados Unidos después de que el presidente anterior, Víktor Yanukovich, decidiera no firmar el acuerdo comercial con la Unión Europea optando por una alianza económica con Rusia. El autor asegura que el Gobierno actual de Ucrania está enteramente controlado por los EE.UU.
"¿Cuál es la importancia de la crisis regional en Ucrania para los intereses geopolíticos globales de EE.UU.?", se pregunta. Y responde: "Muy baja".
Fleetwood opina que EE.UU. y Occidente en general necesitan cooperar con Rusia en soluciones para retos importantes como el terrorismo islámico, el desarme nuclear, la resistencia al expansionismo chino y la guerra en Siria.
"¿De veras necesitamos que Obama sacrifique los intereses geopolíticos por un conflicto regional?" pregunta el autor, que concluye su artículo lanzando una pregunta a los lectores: "¿Cómo ayudará este paso a los estadounidenses?".