Muchas invasiones estadounidenses fueron planeadas de antemano
La historia muestra que en muchos casos las intervenciones de EE.UU. eran 'anticipadas', es decir, correspondían a los objetivos globales del país y necesitaban solo un pretexto para desatarse.EE.UU. siempre intenta lograr sus objetivos geopolíticos con sus guerras. En Vietnam en 1964 y Granada en 1983 quiso debilitar la influencia comunista. En Yugoslavia en 1999 intentó fortalecer su dominio en Europa y justificar la existencia de la OTAN. La guerra en Irak de 2003 fue una expansión agresiva de la democracia estadounidense a partir de las ideas del mandatario de ese momento, George W. Bush.
"Antes de invadir, EE.UU. forma la opinión pública favorable dentro del país y luego se procura la aprobación del Parlamento. Para eso necesita un pretexto", opina el director del Consejo de Asuntos Internacionales ruso, Andréi Kortunov.
Las mayores invasiones de EE.UU. no lograron nada para el país
"La participación en guerras en el extranjero y el aumento de los gastos militares tienen un efecto doble", afirma Kortunov. "Pueden estimular la industria con los contratos militares y los sentimientos patrióticos de la población. Pero si analizamos la historia, estos efectos son de corto plazo. A largo plazo aparece una desproporción económica, déficit del presupuesto, y crecen la deuda estatal y la inflación", explica el analista.La derrota de EE.UU. en Vietnam llevó a una crisis política y acabó con las ambiciones del presidente Lyndon B. Johnson de eliminar la pobreza. Más recientemente, las operaciones en Afganistán e Irak dejaron la economía estadounidense en una fuerte crisis que solo ahora empieza a aliviarse.
Los últimos 20-30 años muestran que es difícil 'ganar' una guerra relativamente grande. Se puede conseguir una victoria militar, pero lograr los objetivos políticos es otra cosa. "Lo vemos en Irak. Tras la 'victoria' militar el país está destrozado", recuerda el director del centro científico Roosevelt de la Universidad Estatal de Moscú, Yuri Rógulev. Vietnam también resultó dañado enormemente y solo se restableció con la ayuda internacional, incluyendo el apoyo de la URSS.
Además, las guerras frecuentes generan sentimientos antiamericanos en el mundo y disminuyen la confianza en EE.UU. a nivel mundial.
En EE.UU. la ideología domina la razón
Sería lógico que las autoridades de EE.UU. contaran con los riesgos económicos, sociales y políticos cuando planifiquen sus guerras. "Pero no hay que sobrevalorar el racionalismo del Gobierno estadounidense. A veces estas decisiones no se basan en datos fidedignos", afirma Andréi Kortunov.Por el momento "EE.UU. es la mayor economía y el mayor mercado del mundo con enormes capacidades", coinciden los expertos. Además, goza de la capacidad de imprimir dólares y cobrar todos los gastos que quieran.
"Pero utilizan estas capacidades de manera ineficaz, las despilfarran. Además, existe un importante factor ideológico", advierte Rógulev. Los políticos de EE.UU. se ven presionados por la necesidad de reanudar el 'liderazgo' estadounidense en el mundo. Por eso suelen mezclarse en los conflictos regionales.
"El horizonte de planificación de los líderes políticos de EE.UU. es muy estrecho. Para ser reelegido o promover su partido, para un presidente estadounidense es más importante demostrar fuerza y determinación a corto plazo", concluye Kortunov.